Seguidores

martes, 13 de noviembre de 2012

Echemos miguitas de pan a los elefantitos





                                              Echemos miguitas de pan a los elefantitos.


   Echemos miguitas de pan a los elefantitos desde el balcón de la Luna Lunera. Elefantitos con memoria de hormiga y corazón dulce melón, elfantitos de columpiarse en telas de arañas tacañas, en su balanceo recordarán que el amor es lo primero.

   Silbemos la mejor de nuestras canciones para peinar rincones, para sanearlos de pasados raídos por las ratas de sucias patas. Que tu dulce melodía acaricie el más olvidado oscuro rincón del pasado, tira los muebles destartalados, devuelve las enredadas telas a la araña y pinta la noche de día, porque eso es tu melodía, color, color de bello día.

   Juguemos a las cartas de familias, si no tenemos cartas, tenemos familia. Tu serás la mamá amor, yo el padre soñador, la hija obrera pero pija, el hijo trabajador con alma de cantor, el abuelo viejo sin colgarle los pellejos, la abuela haciendo ganchillo de tapete para la tapa del retrete. Que familia más original todos viven juntos en armonía y rica paz.

   Busquemos puentes en Madison para cruzar al futuro si este presente no es el nuestro. Báñate con champán y las burbujitas por tu piel jugaran. Sécate en mis besos, ponte tu mejor vestido. Un dos tres, un dos tres agárrate a mi alma y bailemos con calma, un dos tres, un dos tres, ni jugamos al escondite ni tampoco con el inglés, quiero estar a tu lado para vivir soñando. Tiremos de la manilla y abramos la puerta saltando al lleno vacío. Puede que no sepamos si el salto será perfecto, pero al menos lo intentaremos.

 

martes, 6 de noviembre de 2012

Bañándome en tu mirada

                                                     

                                                               Bañándome en tu mirada.


   Bañándome en tu mirada encontré oxigeno para mi alma. Contando estrellas en las noches del día estrellado descubrí el brillo de la esperanza a tu lado. Porque somos dos embarcados que no buscábamos destino, nos empujaron, intentaron ahogarnos en el mar de la soledad.

   Y tú tan tú y yo sin mi, dos puntitos separados sin principio ni fin, dos aventuras que comienzan disfrutando sin desenlazar. Dos que no buscan y encuentran, náufragos entre perdidas olas compartiendo restos de naufragios, agarrados al viejo tablón de lo que un día fue lujoso galeón.

   Para el que tiene algo dentro, lo de fuera es solo decoración, algo superfluo, lo importante es interior. Tú que sabes de interiores disfrutas mirando la ventana empañada, fuera frío, dentro cálido amor. Juegas a carreritas de gotas en los cristales, no comprendes las prisas de la loca competición si su fin es fundirse en una. Pasar por pasar con  esa loca prisa se les  olvida  reflejarse en tus ojos cielo alegre.

   ¿Prisas para qué? Si solo me consuela parar el tiempo a tu lado, respirar tu aliento calentarme en tus brazos, alimentarme de tus besos. No quiero prisas, no quiero saber si me sobra o me falta tiempo. Tiempo tengo... A tu lado he conocido que no necesitamos tiempo, tenemos eternidades, tenemos nuevos universos.