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domingo, 21 de septiembre de 2014

Cuando soñabamos



Cuando soñábamos.
   

   Cuando soñábamos con un futuro mejor, con algo desconocido pero bueno, cuando cambiaríamos la pana universitaria por la seda italiana, la represión por la libertad, el blanco y negro por el color, la iglesia por el amor, la guerra por la paz, las balas por flores, Vietnam por el signo de paz, los señores de negro por los de barba y poncho, lo de solo uno para todos. Esperanzas, sueños, alientos, tiempos, otros tiempos.

   Cuando vivimos el presente, consumimos esos sueños. Pero vemos que no son los mismos que nos alimentaron. Son diferentes porque una cosa son los sueños y otra la realidad. Los sueños no dejan de ser un alimento formado de esperanzas, de sueños. Es la vida, es la realidad, los sueños no dejan de ser como los algodones dulces de feria, una ilusión que al dejarla en la boca se deshace esfumándose su azúcar. Sueños como dulces de algodón, sueños de pedacitos de vida. 

   Cuando buscamos los momentos que no vivimos, los besos que no dimos, los vasos de vida bebidos de un trago sin saborearlos, las personas que se fueron sin dar tiempo a decir lo que las queríamos y que ahora estábamos listos para comprender su mensaje. Es la vida, hemos perdido lo que no sabíamos poseer, la edad o la experiencia no dejó darnos cuenta de las cosas que llevamos en la maleta de nuestra vida y no hemos sabido utilizarla. Pero la vida sigue nuestra novela se sigue escribiendo, debemos estar orgullosos porque se sigue escribiendo, aun siendo analfabeto o escribiendo con tinta de mala calidad incluso sin tinta porque nos la quitan.

   Cuando creemos haber llegado a los sueños no cumplidos porque vemos no han sido los deseados, solo eran sueños, deseos, esperanzas. Ha merecido la pena, hemos superado pruebas, no creo que el futuro acabe en presente imperfecto. El cuerpo puede acabar, pero seguiremos no se como ni de que forma. Nos quedan obras incompletas, tenemos que volver y acabar. Como hubiera sido nuestra vida si el camino izquierdo lo hubiéramos cambiado por el derecho, si en vez de muslo hubiéramos elegido pecho, si en vez de abrazar hubiéramos dado un beso, si en vez de dolor hubiera esperado tu amor.   

   Cuando seguimos soñando seguimos viviendo, porque la vida es vida y los sueños esperanzas son.