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sábado, 26 de septiembre de 2009

Recuerdos


Recuerdos

Fabrico futuro de recuerdos pasados
es el Tetris de mi vida mal colocado
y las piezas como los recuerdos
no puedo con ellos
bonitos pero muy pesados.

Tu pelo viene a mi mente
mi mente de menta
en sueño cargada
y mi soledad
sola y pesada.

Mi corazón te busca
mi piel necesita de tu piel
mi boca de tu boca
tu boca de la miel.

La miel que ahora dejaste en mí
amarga como la hiel
porque tu recuerdo me mata
las cuerdas del pasado
me duelen me matan.

Quiero respirar tus labios
sentir tu piel
bañarme en tu carmín
pero la vida es así
y en mi soledad no existe nadie
solo la nada
nadar en la nada
abrazar naufragios
naufragar en unos buenos brazos.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Como un perrito


Como un perrito.

Querida amiga, me alegraré que a a la llegada de la presente te encuentres lo mejor que te hayan dejado, tú ya me entiendes.
Tu misiva no me alegra por lo que toca a tu corazón, pero me encanta ver que en mí tienes un hombro y un corazón que te ayudará en todo, es la vida, y así tenemos que tomarla.
A mi mente, después de leer tu carta ha venido una imagen de mi niñez. Es una imagen que me acompaña a lo largo de la vida.
Cuando era un cahavalín y me llevaban al pueblo a pasar vacaciones, había un fenómeno que siempre llamaba mi atención. Soy un amante de los animales, para un chico de ciudad un pueblo en esos tiempos era un zoo a lo grande, antes no había tanta máquina y sí muchos animales para ayudar a las labores de agricultura, con lo cual te quedabas alucinado con las gallinas, los conejos, las mulas, etc.
Recuerdo el susto que me dio un conejo que estaba montando a una coneja, vi que se quedaba muerto después de... El cabrón de mi primo se reía de mí, yo no entendía que pasaba, fue un descubrimiento de una sexualidad tabú en esos tiempos de pecado, luego nos gustaría ser un poco o que coño un mucho conejo, que cosas, que recuerdos, que inocencia.
Pero querida amiga, no es de eso de lo que te quería hablar, no. Es el recuerdo de las calles empedradas o no, de esos pueblos de Dios. Siempre había por allá perros sueltos, buscándose la vida, era muy duro porque esos tiempos eran peores que estos. Me daban mucha pena esos perros que se acercaban tímidamente con el rabo entre las piernas y temblando, no se sabe si de hambre y debilidad o de puro miedo, porque había muchos cabrones sueltos, que les tiraban piedras, cualquier movimiento en falso y el perro corría que se las pelaba.
Procuraba darle algo de comida e intentaba acariciarle, eso era muy difícil porque tenían mucho miedo, les habían dado muchas ostias en la vida y mi querida amiga, fíjate en el símil, yo estoy como quizá tú, siendo un poco perrillo callejero, abandonado, con la ventaja de que tenemos libertad y experiencia. Buscando solo un poco de cariño, no a cualquier precio por supuesto, miramos con carita de dejarnos y de dar amor, pero ojo, dispuestos a correr cuando vemos cualquier gesto extraño, ya no dejamos tiempo para ver si nos van a dar un beso o un palo.
Tranquila mi querida amiga, sigue habiendo calles y estamos libres, queda amor no lo dudes, cualquier día, en cualquier puerta te pueden dar esa caricia, ese amor que tanto necesitas, no lo dudes, tú eres amor, tú das amor, tú recibirás amor. Cuida el corazón y si tienes que correr, corre pero eso sí cuídate, no dejes que te hagan daño porque tienes muchas personas que te quieren y que estamos a tu lado, no deseamos que sufras. Seremos perritos felices, besazos y te me cuidas y si tienes que ladrar incluso morder por defenderte hazlo, y si te hieren en el intento tengo botiquín para curar heridas.