
Y quería olvidar su nombre, quien era, su equipaje, todo le venía grande, pesado. Se lió la manta a la cabeza y se fue como vino, sin nada, porque para que quería tanta cosa vana, sólo le sirve de peso, es incómodo tener que vigilar constantemente las pertenencias.
Para que quería los 100 tomos del Espasa, los 1001 peinados de caniche, el Cossio, para que si en la calle no hay estantes, tampoco estaba la mente para batir pensamientos, lo que menos necesitaba en esos momentos era pensar, elaborar pensamientos, deducir, futurar. Sólo necesitaba olvidar, lavar mente, desaguar lágrimas amargas, secar pensamientos rotos.
Por eso salió una mañana, sin decir nada, la verdad, tampoco le escuchaban, para que perder el tiempo con lo valioso que es cuando quieres vivir.
Por equipaje sus pequeños bolsillos, casi vacíos pero con lo suficiente, algo de dinero para pasar el día, mañana amanecerá un día nuevo, un sol igual pero distinto. Donde guardaba lo verdaderamente importante era en su mente, estaba llena de esperanza y más abajo, en su corazón que lo dejó abierto para mostrar su cálido amor por si alguien lo necesitaba o por si alguna bella Dulcinea lo rellenaba, porque en el fondo era un Quijote, por eso se veía así, lleno de locura, de fantasía o quizá, eso sea la verdadera realidad y los demás no ven a los cabrones de los gigantes molineros, a los avaros banqueros en procesión buscando sangre vasalla, a las feas mozas disfrazadas de bellas doncellas riéndose de los sentimientos puros, esa realidad, esa fantasía, esa vida, ese sueño.
Y paró mi taxi y dijo: Mi buen Sancho llévame a la ínsula de la felicidad.
Di la orden a mi navegador, se pasó pensando horas cual sería ese lugar, como veis, la tecnología no ha llegado a la perfección, a Dios gracias.
Solté riendas a mi modus vivendi y no sé en que lugar estamos, tampoco nos importa, estamos mirando el mar. Sacaremos el queso alforjero para yantar y seguiremos soñando e imaginando si cruzando el gran charco consigamos el edén del placer, el oasis de la felicidad.
Y la tinta seguirá rellenando inmaculadas y virginales hojas de dos vidas y la historia continuará.