
Caribe bar
Los sentimientos son como puñales/Te hecho de menos y no entiendo porque/Quizá el mañana cure las heridas/ que me hizo el ayer.
Mi cuerpo es un cuatro deformado, el taxi se da cuenta, son muchas horas acariciándole su volante, sigue guiñándome el dial y regalando poesía rota Melendiana, sabe que me gusta. Es hora de llevarme a descansar, pero no quiere depositarme en la habitación del pánico, sabe que no gusto de la caída a los avernos de la soledad.
Y lloro delante de un vaso vacio de un bar/Soy un pirata en un mar Caribe/De una carretera general
Gira a la derecha, encuentra la carretera general oscura, el GPS le susurra al motor por donde se va. La noche oscuro pozo, de pronto me veo parado en una cuneta bañado por un neón rojo, mi cara refleja como tatuaje rojo Caribe bar, Caribe bar, Caribe bar. Decido entrar a pitonisar mi futuro en una taza de ron, porque los piratas hacemos prácticas proféticas con fluidos etílicos cañosos, néctares ronianos.
Pasan los años/Reviso los daños/Y en mi cabeza algo no marcha bien/No me hace caso/Ya no te quiero querer
Pido un ron para ver mi futuro, pero el tabernero me indica que primero debo de entrar en mi pasado. Miro el etílico de garrafón y veo mi doloroso pasado, me entra pánico, lo bebo de un trago, me pone otro, otro, otros más pierdo la cuenta porque lo remoto me pesa me duele, quiero olvidarlo, no lo conseguí, aunque si me pareció perder cuenta del alcohol que entró a formar parte de mis pulsos. Entonces sentí el desvanecimiento, la caída al abismo, mi cuerpo se desplomó hacia no se donde, hasta que unas redondas caderas mulatitas pararon mi dolorida alma posándola en unos dulces pechos caribeños.
Lleno de princesas ligeras de ropa/De sangre caliente y con el alma rota/Que de tantas ostias que les dio la vida/Llevan por bandera un tanga y una liga
Se tiró abrazada conmigo hacia el inmenso océano de sábanas de seda, y quedamos empapados en sudor, con piernas entrelazadas, con fluidos intercambiados, con las miradas acariciadas, con los pechos parcheados erectos, las lágrimas fluían en las pieles, porque los piratas tenemos muchas penas y cuando estamos entre nosotros, nos desahogamos, nos quitamos los garfios, enseñamos los daños que tenemos debajo del parche, nosotros lo ponemos encima del corazón, porque está muy jodido por las ostias de la vida. Intenté encontrar su tesoro, se lo saboreé, loca de placer busco el mío y fue una sensación nirvánica, Caribe bar, Caribe bar, Caribe bar, baaaarrrrrr, aaaaaaarrrrrrr.
Si yo soy un bucanero/ Sin parche ni pata palo/Para que coño los quiero/Si yo no soy de los malos/Yo soy un pirata bueno/Que ha encayao entre tus piernas/Rebotao del mar revuelto/De tu levantar de cejas/De cuando frunces el ceño/No hay mensaje en mi botella