Inmigrante en su propia tierra.
Cuando menos lo esperas, cuando crees que todo lo tienes dominado, encaminado hacia unas nieves de sienes tranquilas puede surgir la sorpresa, bueno no se como llamarlo. La palabra sorpresa para mí se me antoja positiva, suena musical, alegre, siempre me suena a agradable. Pero en este caso, no es así.
En efecto, te toca hacer el atillo y echarte a los caminos, cual Cid te destierran, eres el más malo y cabrón del mundo, siempre fuiste fiel, luchaste por los tuyos como un león, jamás te hiciste para tras, tu pecho fue el que paró las flechas del destino. Tu salud y desvelos fueron pago de peaje para que los tuyos saliesen adelante.
Asi llega el momento de los intereses creados de matar el supuesto amor, de desterrar al de sienes nevadas y el cual inmigrante se hecha a los caminos.
Todo se pone en contra porque la salud paga las deudas atrasadas, pero la inmigración debe de seguir.
La verdad, no hay mal que por bien no venga y es que el cambio vale para conocer otro mundo del que quizá imaginaba pero que no sentía en propia carne.
Sí, vivo con inmigrantes, comparto con ellos casa, inquietudes, etc. incluso este momento, el locutorio desde donde estoy actualizando este humilde blog, porque mis letras deben de seguir. Sé que no es un blog importante de esos de tantas visitas, ya lo sé soy consciente de ello, pero eso sé, las pocas visitas son importantes porque me alegran el corazón. Este blog intentará seguir adelante desde el locutorio, cual inmigrante y es que algún día la esperanza se hará presente y volveré a vivir en mi tierra pero nunca podré olvidar que conviví y me ayudaron en malos momentos los inmigrantes, ellos se ofrecieron de familia en fechas señaladas en las que muchas personas tienen familia.
Ahora no busco pareja, el mercado está mal, hay muchos intereses, vales por lo que tienes y yo, no tengo nada, material se entiende, de los interiores a nadie le interesa. Cada vez veo más camino, más tierra propia extraña, pero la vida debe de seguir. Ya perdí hasta Bavieca, no importa, quedan los pies. Ellos seguirán adelante porque queda mucha vida, mucha aventura, mucha lucha y muchas personas a las que ayudar y compartir. Seguiré no me importan los falsos juicios porque algún día mi inmigración acabará será el momento de reparar armadura, desmellar Tizonas y curar heridas en el oasis de un bello corazón.
Y cuando vais a un inmigrante, mirarlo con ternura y desearle suerte, es un pequeño Cid en lucha por un futuro.
3 comentarios:
Repito ¿por qué no te vienes una semanita a Zaragoza a recargar la bateria?.Ya veras que te vas como nuevo.
Besitos
Me alegro de que retomes el blog, te echaba de menos....
cuidate mucho
un besazo
Ey tito Santi, tengo fastidiado el menisco pierna izquierda por correr detrás de la joia de tu sobri adoptiva...pero sigue en pie lo k te dije por fon...Petonets/ Besitos de todos nosotros!
Nuri.
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