Y pasaba por aquí.
Y pasaba por aquí despacito, a paso lento de caparazón de tortuga, mirando y viendo a los lados, oteando el futuro horizonte, barriendo huellas en la arena de pasados pesados, de dolorosos futuros a traición llegados.
Y pasaba por aquí, por esta playa de la soledad lanzando y recogiendo botellas mensajeras. Lanzando poesías de amor, letras besadas, esperanzas soñadas, rosas al mar, lágrimas pasadas, sonrisas etiquetadas.
Y pasaba por aquí recogiendo mensajes, notas nada interesantes y si muy interesadas. Son panfletos de mercado de segunda mano, anuncios engañosos, promesas caducadas, redes de telaraña.
Y pasaba por aquí encontrando que la melena no es morena, es más, no es ni melena, que tus ojos de gata me superaban, que jugabas con las hadas en la habitación del fruto de tu amor, que besabas fotos de tus hijos, que no fallabas a tus estrellas, que la luna cuando te ve en el balcón te guiña el ojo con amor. Son los ritos de tu vida, es el Universo contigo en conjunción.
Y pasaba por aquí, eso te hizo apostar por caballo perdedor, porque no eres mujer de fachada si no de interior. Das vista, das calor, aire nuevo, sombra de camino en el desierto, oasis de dulce dátil, porque desfallecido pasaba por aquí.
Y pasaba por aquí para que me acompañases en el nuevo camino de futuras nieves, porque la rueda de la vida sigue, las duras piedras del camino dañan los radios, incluso alguno desapareció. Pero seguimos, debemos de seguir rodando, yo por aquí, tú a mi lado.
Y pasaba por aquí para dejarte mis sabores, para que te bañes en mis besos, para que entrelacemos piernas, para que saborees la vainilla de mi piel, el placer de mi cuerpo, el vuelo de nuestras almas buscando el universo, porque ... Pasaba por aquí y fue entonces cuando te vi.
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