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ANTOLOGÍA DE CUENTOS DE LA INDIA Y TIBET.
1 El león.
A los cuentos orientales
manantiales de enseñanzas
filosóficas y espirituales.
En una ocasión, un león se aproximó hasta un lago de aguas espejadas para calmar su sed y, al acercarse a las mismas, vio su rostro reflejado en ellas y pensó:
<¡Vaya!, este lago debe ser de este león. Tengo que tener mucho cuidado con él.>
Atemorizado se retiró de las aguas, pero tenía tanta sed que regresó a las mismas. Allí estaba otra vez el <león>. ¿Qué hacer?
La sed lo devoraba y no había otro lago cercano. Retrocedió.
Unos minutos después volvió a intentarlo y, al ver al <león>, abrió las fauces amenazadoramente, pero al comprobar que el otro <león> hacía lo mismo , sintió terror. Salió corriendo, pero ¡era tanta la sed!.
Lo intentó varias veces de nuevo, pero siempre huía espantado. Pero como la sed era cada vez más intensa, tomó finalmente la decisión de beber agua del lago sucediera lo que sucediese.
Así lo hizo. Y al meter la cabeza en las aguas, ¡el <león> desapareció!
El maestro dice:
Muchos de nuestros temores son imaginarios. Sólo cuando los enfrentamos, desaparecen. No dejes que tu imaginación descontrolada usurpe el lugar de la realidad ni te pierdas en las creaciones y reflejos de tu propia mente.
El maestro ha dicho...
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4 comentarios:
Muy buena enseñanza. Se ha utilizado el símil perfecto con el espejo: la mayoría de nuestros miedos son espejismos, aunque ahora me he hecho esta pregunta: ¿Será posible que también temamos u odiemos a aquellos que son como nosotros? Gracias, Santiago, por mostrarnos estas enseñanzas.
Gracias por comentar Olga. Nos enfrentamos en el cuento a una figura que se crece y te destruye, una figura que puede degenerar en pánico contra lo que es muy difícil luchar pues no te deja utilizar el cuerpo ni la mente, la mayoría de las veces el miedo surge de la inseguridad y la falta de confianza en uno mismo, como el león te estás asustando de ti mismo cayendo en la derrota sin haber batallado. No se si temamos a aquellos que son como nosotros porque primero debemos solucionar nuestros traumas para poder odiar a los que son como nosotros, al trabajar sobre el primer punto el siguiente punto lo tienes totalmente superado. Bastante tenemos con lo nuestro como para quedarnos con los problemas que lleva otro en su cesto. Gracias por escuchar los cuentos orientales que tanta enseñanza llevan.
Gracias a ti por responder y desarrollarlos.
Un comentario sin desarrollo es como una granja avícola sin pollos...
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