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martes, 6 de noviembre de 2012
Bañándome en tu mirada
Bañándome en tu mirada.
Bañándome en tu mirada encontré oxigeno para mi alma. Contando estrellas en las noches del día estrellado descubrí el brillo de la esperanza a tu lado. Porque somos dos embarcados que no buscábamos destino, nos empujaron, intentaron ahogarnos en el mar de la soledad.
Y tú tan tú y yo sin mi, dos puntitos separados sin principio ni fin, dos aventuras que comienzan disfrutando sin desenlazar. Dos que no buscan y encuentran, náufragos entre perdidas olas compartiendo restos de naufragios, agarrados al viejo tablón de lo que un día fue lujoso galeón.
Para el que tiene algo dentro, lo de fuera es solo decoración, algo superfluo, lo importante es interior. Tú que sabes de interiores disfrutas mirando la ventana empañada, fuera frío, dentro cálido amor. Juegas a carreritas de gotas en los cristales, no comprendes las prisas de la loca competición si su fin es fundirse en una. Pasar por pasar con esa loca prisa se les olvida reflejarse en tus ojos cielo alegre.
¿Prisas para qué? Si solo me consuela parar el tiempo a tu lado, respirar tu aliento calentarme en tus brazos, alimentarme de tus besos. No quiero prisas, no quiero saber si me sobra o me falta tiempo. Tiempo tengo... A tu lado he conocido que no necesitamos tiempo, tenemos eternidades, tenemos nuevos universos.
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