ESCUCHA EL AUDIO DE EL ANILLO PERDIDO.
Haz clic en el recuadro con flecha en la parte superior derecha
Adulto o pequeñín, saborea los cuentos de Nasrudín.
33 El anillo perdido.
33 EL ANILLO
PERDIDO.
A Dios rogando...
y el EGO ENGORDANDO.
Hacía ya varios días
que Nasrudín no encontraba un precioso anillo de plata que le había regalado su
tía. Lo había buscado por todas partes: en los armarios, en los bolsillos de
todos sus vestidos y en todos los rincones de la casa. Estaba sumamente
preocupado porque al día siguiente venía de visita su tía y seguramente le
preguntaría qué había ocurrido con el anillo. Desesperado, clamó al cielo:
-Dios mío, ayúdame a
encontrar el maldito anillo.
Y se arrodilló para
rezar. Cuando abrió los ojos le pareció ver algo que brillaba debajo de un
armario. Volvió a alzar los ojos hacia el cielo y dijo:
-Dios mío, no hace
falta que me ayudes, ya lo he encontrado solo.
4 comentarios:
Buenos días Santiago, muy bueno, así actuamos, más de lo que parece 👍👍👍👍✨
Muchas gracias Santi por regalarnos otra fantástica lección con este cuento de Nasrudín. A veces solo es cuestión de esforzarse un poco más. ¡Me ha encantado!
Miguel un placer que todos los días dejas un comentario. Sí de sobrados está el mundo lleno, son esos que cuando les falla algo bajan las orejitas piden, piden y cuando lo consiguen vuelven a ser los más grandes. Muchas gracias.
Gracias Rebeca, así es pero es más fácil pedir ayuda cuando no te ven al de arriba y luego que lo encuentras el EGO ni lo reconoce...
Publicar un comentario