ESCUCHA EL AUDIO DE SOLO
Solo
A Ismael por el niño aprendiz
que siempre está con él.
Ya desde mi niñez yo nunca he sido
como eran otros; yo nunca he mirado
como los otros; nunca mis pasiones
brotaron del veneno comunal.
Yo no sacaba de la misma fuente
mis penas; no podía despertar
mi corazón al gozo en igual tono,
y todo lo que amé, lo amé solo.
Entonces, mi infancia, en la alborada
de una más tormentosa vida, extraje
de cada abismo del bien y del mal
el misterio que aún me tiene sujeto:
del torrente, o de la fuente,
del rojo risco en el monte,
del sol que giraba en torno
con su otoñal tinte de oro;
del relámpago en el cielo
cuando me rozó volando,
del trueno y de la tormenta
y de la nube que tomaba forma
(cuando el resto del cielo estaba azul)
de un demonio a mis ojos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario