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miércoles, 2 de noviembre de 2022

ADULTO O PEQUEÑÍN, SABOREA LAS SUTILEZAS DEL INIMITABLE MULÁ NASRUDÍN... 5 UN BOCADO.

  ESCUCHA EL AUDIO DE UN BOCADO. 

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Adulto o pequeñín, saborea las sutilezas del inimitable Mulá Nasrudín.

5 Un bocado.




DICHO DEL MULÁ NASRUDÍN: Si sobrevivo a esta vida sin morirme, me sorprenderé…


Nota: En la página encontráis el texto completo, pero no dejéis de escuchar el audio del cuento, os sorprenderá, muchas gracias.


Si te invita a comer un tacaño, te pone poco, para que no te haga daño.



5 UN BOCADO.

Nasrudín visitó a un sacerdote tacaño que le dijo:

- ¿Te gustaría comer un bocado?

Cuando llegó la comida, el Mulá vio que era literalmente un bocado.

En aquel momento, un mendigo se asomó por la ventana.

El sacerdote gritó:

- ¡Largo de aquí o te romperé el pescuezo!

- ¡Hermano -le dijo Nasrudín al mendigo-, vete rápidamente, porque puedo atestiguar que aquí, por una vez, ¡hay un hombre que no está exagerando!

6 comentarios:

Llamadme Ismael. dijo...

Muy bueno, Santiago. El lenguaje tiene estas cosas maravillosas, siempre a caballo entre lo literal y la metafórico. Nasrudín nunca decepciona.

Anónimo dijo...

Jajajaaaa mas bueno no puede ser

Rebeca Aracil Illan dijo...

¡Buenos días Santi! Que maravilla los cuentos del Mula Nasrudín. El audio es un espectáculo, ¡eres un crack! y la delgada línea entre la verdad y la metáfora. ¡Me ha encantado!😅👌🏻👏🏻👏🏻👏🏻

Santi el montador dijo...

Ismael, muchas gracias por tu comentario y ser fiel seguidor de las enseñanzas de este sabio tonto tan especial. Efectivamente siempre juega con lo literal y la metáfora, tiene tantas personalidades que acierta con los mensajes, gracias por seguir al Mulá.

Santi el montador dijo...

Anónimo muchas gracias por comentar, como ves procura dejar a la gente con una sonrisa.

Santi el montador dijo...

Buenos días Rebeca, muchas gracias por tu comentario. Se hace lo que se puede con el audio, se trata de hacer creíble el momento ambientando con lo que la narración me pide, me alegro que te guste y esa delgada línea entre verdad y metáfora es la realidad de la vida, algo así como ironía, humor, sonrisa... La esperanza que deja Nasrudín cuando acaba el cuento y te quedas con buen sabor de alma.