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LA VIDA ES POESÍA
1 El perro cojo.
Autor: Manuel Benítez Carrasco.
Locución y realización: Santiago Cerro el Gorrión de las Ondas.
A los amigos callejeros
que tienen por techo las estrellas,
y con suerte un mendigo es su fiel amigo,
mi homenaje es para esas almas bellas...
EL PERRO COJO
Con una pata colgando
-despojo de una pedrada-
pasó un perro por mi lado.
Un perro de pobre casta.
Uno de esos callejeros
pobres de sangre y estampa.
Nacen en cualquier rincón,
de perras tristes y flacas,
destinados a comer
basuras de plaza en plaza.
Si pequeños, por el qué
fino y ágil de la infancia,
-baloncitos de peluche,
tibios borlones de lana-
los miman, los acurrucan,
los sacan al sol, les cantan.
De mayores, por el qué
con que se les fue la gracia,
los dejan a su ventura,
mendigos de casa en casa,
sus hambres por los rincones
y su sed sobre las charcas.
Y qué tristes ojos tienen,
qué recóndita mirada
como si en ella pusieran
su dolor a media asta.
Y se mueren de tristeza
a la sombra de una tapia,
si es que un lazo no les da
una muerte anticipada...
6 comentarios:
Muchas gracias Santiago por la fantástica locución de este poema que siempre me sobrecoge cuando lo escucho. Así que nadie se pierda el audio porque es otro nivel. Un abrazo enorme. 💯🤗😘😘❤️
Ablandaste mi piel de elefante con tus palabras. Se quebró mi escudo y por un instante entro la corriente que tanto necesitaba. Pude sentir mi yo de la infancia. Puede sentarme en paz y sonreír con la cara domada. Pude llorar sin pena y erguido porque solo llora quien sabe y vive y de vez en cuando naufraga. Pude entender que los abrazos dan valor y el hambre espantan.
Mil gracias, Santiago.
"... yo, con la pedrada en el alma..."
Se anda por la vida con esa doliente sensacion de que algo o alguien nos golpea, y nos encontrarnos "... muerto de las cuatro patas", hasta que San Roque nos regale una muleta de plata y volvamos a caminar con una sonrisa confiada.
Gracias Santiago por tu bella declaración
Gracias Rebeca por ser una fiel a mis audios, es un poema de mis favoritos por lo que tiene de alma bella y vida, muchos con la pedrada en el alma que siguen disfrutando de la poesía.
Ernesto no es piel de elefante, es el escudo que muchas veces ponemos por delante...
A mí también me traslada a la infancia, donde sólo por el hecho de ser perro callejero les apedreaban, perros que de cachorros habían sido un juguete para ese cabrón que ha crecido y ahora cruelmente lo apedrea... Siempre intentaba acariciarlos a pesar de que me regañaban mis mayores.
Gracias Ernesto por comentar.
Gracias anónimo por comentar. Sí yo también tengo la pedrada en el alma y aún cojo por las pedradas de la vida, sigo caminando alegre y con mis amigos, mis mascotas que también me acompañarán más allá y haremos con nuestras muletas...agujeritos de plata.
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